Durante la temporada de verano se juntan, alrededor de la plaza de Nono, una infinidad de talentosos artesanos venidos de todo el valle y de otros puntos del país para ofrecer sus productos. También es tradicional el encuentro con escultores que realizan sus obras en piedra, madera, metal… a la vista de los turistas que nos visitan.
Para los niños hay actividades de teatro, música, mimos, etc y los adultos disfrutan del paseo, en un clima distendido después de un día al aire libre.